Tengo una amiga florista y desde que me contó cuáles son las plantas que crecen en agua no quiero otras


En el mundo de la jardinería, cada vez más personas optan por sistemas de cultivo sencillos y eficientes. Una de las tendencias que ha ganado popularidad en los últimos años es el cultivo de plantas en agua, una técnica que elimina por completo el uso de tierra y que ofrece múltiples beneficios, tanto estéticos como prácticos. El sistema consiste en colocar esquejes o plantas en recipientes con agua, permitiendo el desarrollo de raíces visibles.
Una de las principales razones por las que muchas personas se decantan por cultivar plantas en agua es la simplicidad del mantenimiento. No se necesita sustrato, y los problemas habituales relacionados con el exceso de riego, la mala ventilación o los hongos en la tierra desaparecen casi por completo. La transparencia del agua también permite identificar rápidamente cualquier alteración, como la aparición de algas o raíces deterioradas. En términos decorativos, el agua aporta un valor estético añadido. Ver cómo se desarrollan las raíces blancas y sanas dentro de un jarrón de cristal proporciona una sensación de frescura y pureza difícil de conseguir con plantas cultivadas en tierra.
Plantas que crecen en agua
El cultivo de plantas en agua es una solución práctica, estética y de bajo mantenimiento que cada vez gana más adeptos. Su versatilidad permite adaptarla a diferentes estilos de vida y espacios, desde pequeños apartamentos hasta grandes oficinas. Además, ofrece una forma sencilla de multiplicar plantas y disfrutar del crecimiento natural de las raíces a la vista.
Las mejores especies
Éstas son algunas de las especies más populares y resistentes para este tipo de cultivo:
- La albahaca es una planta aromática muy apreciada tanto en la cocina como en la decoración. Su cultivo en agua es sencillo y práctico: basta con colocar un tallo sano en un recipiente con agua limpia, preferiblemente en un lugar con buena luz natural. Se puede mantener en estas condiciones durante varias semanas. Aunque eventualmente puede necesitar tierra para desarrollarse plenamente, la albahaca en agua se conserva fresca, frondosa y lista para su uso culinario diario, siendo ideal para tener en la cocina.
- Conocido por su simbolismo en el feng shui, el bambú de la suerte es muy resistente y puede vivir en agua durante años si se le proporcionan los cuidados adecuados. Se recomienda colocarlo en recipientes con algunas piedras decorativas para mantener los tallos erguidos, evitando el sol directo. Cambiar el agua cada 10 a 14 días ayuda a mantener sus raíces sanas y su aspecto brillante. Es una planta perfecta para oficinas, pasillos o salones.
- La hiedra es una planta trepadora de fácil propagación que se adapta muy bien al cultivo en agua. Se recomienda cortar varios tallos jóvenes y colocarlos en un frasco estrecho con agua limpia, donde en pocos días desarrollarán raíces. Si se sitúa en una zona con buena luz indirecta, puede mantenerse verde y saludable durante largos periodos. Su follaje colgante resulta muy decorativo y aporta un toque natural a estanterías, escritorios o marcos de ventanas.
- El poto es una de las plantas más agradecidas para cultivar en agua. Su crecimiento es rápido, incluso en condiciones poco exigentes. Basta con cortar un esqueje justo por debajo de un nudo y sumergirlo parcialmente en agua. Sus hojas, en tonos verdes o jaspeados, crecen vigorosas mientras sus raíces blancas se expanden en el recipiente. Es perfecto para principiantes por su resistencia y belleza.
Consideraciones a tener en cuenta
Aunque cultivar plantas en agua es una práctica accesible y limpia, es importante tener en cuenta ciertos aspectos para que las plantas se mantengan sanas y crezcan correctamente.
Elegir el recipiente adecuado es el primer paso. Los envases de vidrio o cristal transparente permiten observar el desarrollo de las raíces, lo que resulta muy atractivo desde el punto de vista decorativo. Sin embargo, si el recipiente recibe demasiada luz y comienzan a aparecer algas, puede ser preferible usar envases opacos o cubrir parte del vidrio con algún material decorativo.
La calidad del agua también juega un papel esencial. Se recomienda utilizar agua filtrada, agua de lluvia o, en su defecto, dejar reposar el agua del grifo durante al menos 24 horas para que el cloro se evapore. Esto ayuda a proteger las raíces, que pueden ser sensibles a los químicos presentes en el agua corriente.
En cuanto al mantenimiento, es recomendable cambiar el agua cada una o dos semanas, dependiendo del tipo de planta y de la temperatura del ambiente. También puede añadirse, de forma ocasional, un fertilizante líquido específico para hidroponía, aunque muchas plantas crecen bien sin él.
Por último, es fundamental colocar las plantas en un lugar con buena iluminación natural, pero evitando la exposición directa al sol, que puede recalentar el agua. Las corrientes de aire frío o las fuentes de calor intenso deben evitarse, ya que pueden afectar negativamente al desarrollo de las raíces y al estado general de la planta.
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